Periodismo tradicional: en estado de coma

Cuando uno cree que vive la vida de manera correcta y que todo aquello que hace está bien, no queremos pensar en que algo puede estar mal, o que si mañana aquello que hacemos ya no nos dará los resultados esperados, mucho menos pensar qué haremos en dos, tres o cinco años más adelante, cuando lo más probable es que la sociedad sea diferente a como la vemos hoy.

No, definitivamente no, no somos capaces de aceptar que lo que sabes hacer, todo aquello que hemos aprendido, quizá ya no nos sea útil, menos si estamos estudiando cinco largos años o más, para poder conseguir un buen trabajo y en el mejor de los casos tener una empresa donde no dependamos de nadie, y que llegado ese tiempo, todo aquello por lo que nos hemos esforzado sea inútil, o mínimamente ya no tenga el mismo valor que cuando empezamos.

Ahora, no necesariamente lo que suceda de aquí unos años tiene que ser malo, o peor de lo que ya vivimos, siempre cabe la posibilidad de algo mejor, y si no al menos será algo nuevo, que nos permita crecer, conocer nuevas cosas, no hay que temerle siempre a lo desconocido, tenemos que evolucionar, y debemos estar preparados para ello.

Este ensayo se trata sobre si vale la pena que termine mi carrera en la especialidad de periodismo o para cuando eso suceda el periodismo tradicional estará sobreviviendo con respirador artificial, agonizando, lanzando sus últimas palabras de información, porque lo digital estará al acecho, esperando al lado de la editorial su muerte para coronarse victorioso.

Lo digital, la Internet, los bloggers, las redes sociales, todos juntos o separados parecen ser enemigos de los periódicos impresos, del periodismo en sí, ya parece no haber necesidad de haber estudiado algo o haber trasnochado por leer algunos libros demás para poder ser portavoz de una noticia, ahora solo necesito estar presente en el suceso y comunicarlo primero, sin la menor necesidad de alta tecnología o variados conocimientos.

Quizá muchos de nosotros ya no compremos un periódico, porque es algo que ya nos implica un esfuerzo innecesario, para qué levantarme temprano ir a un puesto de periódicos, gastar entre cincuenta céntimos a dos soles cincuenta, si además de todo ello, leeré lo que ayer conversé en el Messenger con mis amigos, o aquello que alguien público en su muro del Facebook, o Twitter, o quizá lo que una amiga me envió por mensaje al celular.
Si quiero información actual, solo tengo que conectarme al Messenger o alguna red social, desde una computadora o incluso, el celular, aunque también por ahora puedo encontrar información actual en las páginas web de los diarios.

Si bien es cierto en mi casa, como en muchas otras, mis padres no saben utilizar la computadora, pero en unos años esa situación ya no será así, ya todos podrán manejar una o comprarse el último celular con todos los beneficios de un ordenador, entonces ¿el periodismo tradicional morirá?

Quizá, es algo que aún no me atrevo a afirmar, pero sé que si de aquí unos años ya no hay medios impresos, estará la posibilidad de lo digital, la diferencia es la capacidad que tenemos para saber ‘cómo’ informar, la velocidad de la información no debe hacernos caer en hoyos de falsedad, no podemos adelantarnos a hechos que aún no suceden.

Según Alvin Toffler en su libro ‘la tercera ola’, habló de una sociedad que surge a partir de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, las llamadas TIC, libro publicado en 1979, donde hablar de aquello aún era utópico.

Pero hoy no, podemos darnos cuenta que muchos medios escritos, ya cuentan con páginas web, como soportes para la publicación de su información, algo beneficioso para todos, ya que es más rápido, práctico, algo que va acorde a la evolución de la sociedad, donde ya a muchos nos cuesta tomarnos más de diez minutos para leer algo de información y estar actualizados.

Agreguemos a ello, el punto contrario, empecé a usar lentes a las 12 años, hoy, diez años después mi medida casi se ha duplicado, mi oftalmólogo me dice que es por mucho ver televisión, algo que no ocurre en mí, y por estar demasiado tiempo frente al computador, entonces ese punto sería el quiebre de lo digital, si bien es cierto es más rápido es algo perjudicial para la vista de las personas.
Claro que es aquí donde entra a tallar el hecho que no necesitaremos estar frente a una pantalla que tenga todos esos colores que nos dañan la vista, para estar informados, bastará con el celular.

Para concluir, yo apuesto porque el periodismo no morirá, quizá de forma tradicional ya no exista en unos años, pero para aquellos que lo estemos estudiando o aquellos que decidan hacerlo más adelante, los medios digitales, serán nuestro soporte, nosotros sabremos cómo, llegado el momento.